Está demostrado que para lograr un buen descanso, que sea reparador y saludable, no sólo debemos procurar que el entorno y las condiciones sean propicios para nuestro descanso (temperatura agradable, poca luz, nivel de ruido bajo, et…), sino que también hay que contar con un equipo de descanso que sea adecuado y esté en perfecto estado de conservación.
Y entre esto último, uno de los puntos más importantes, que redunda en el mantenimiento de nuestra propia salud, es que el colchón esté limpio.
En este post queremos aportar trucos y formas de cómo limpiar un colchón, para que cuando te decidas a hacerlo, todo sea mucho más fácil y llevadero.
Habitualmente, los problemas de suciedad más comunes que se presentan en un colchón van desde el simple polvo que se puede acumular de manera cotidiana, hasta la presencia de ácaros y otros insectos que pueden llegar a provocar picaduras y algunos tipos de alergias y reacciones de la piel.
Observar de forma periódica estos consejos que hoy te damos, te garantiza que tu colchón quedará perfectamente limpio, libre de suciedad y gérmenes, lo que te aportará un mejor descanso y, además, un descanso saludable.
Lo recomendable es mantener una limpieza superficial al menos cada 10-15 días y un par de veces al año, realizar una limpieza en profundidad:
- Cambiar regularmente las sábanas. Lo ideal sería poder cambiarlas a diario, con lo que tendríamos siempre la garantía de que los ácaros del tejido han sido prácticamente eliminados con el lavado y la plancha.
- Una vez por semana, pasar la aspiradora a toda la superficie del colchón, para remover todo el polvo y evitar que se vaya acumulando. Esto evita también la proliferación de ácaros.
- En esta limpieza semanal, antes de pasar la aspiradora, te recomendamos que utilices un cepillo suave para aplicar un poco de bicarbonato sódico por toda la superficie del colchón. Esto ayudará a eliminar malos olores y también es un método anti-ácaros.
- Cada seis meses debemos dar la vuelta al colchón, tanto vertical como horizontalmente, para procurar que el desgaste y la deformación derivadas de su uso, sean lo más uniformes posibles.
- En esta limpieza más “profunda”, después de aspirar a conciencia todo el colchón, mezcla una cucharada de detergente de la ropa en un litro de agua y bate muy bien la mezcla, para producir espuma. Aplicar la espuma con una esponja suave. En caso de manchas más difíciles, puedes aplicar jabón para tapicerías. Deja que el colchón seque totalmente y pasa de nuevo la aspiradora, para recoger todo el residuo seco que se haya producido durante la limpieza.
- También cada 6 meses, conviene dejar ventilar el colchón adecuadamente para eliminar la humedad acumulada (sobre todo por el sudor en verano y la humedad ambiente propia de la época de invierno).
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