El principal objetivo de un buen descanso es que sea efectivo y reparador y para ello es imprescindible disponer de un buen equipo de descanso, que se compone de dos pilares fundamentales: la base y el colchón.
En este sentido son muchas las ventajas de las camas articuladas, que aportan sus beneficios tanto a personas encamadas, como a quienes no sufren ninguna dolencia.
Ni que decir tiene que en el caso de personas mayores o con movilidad reducida, la cama articulada aporta una serie de ventajas añadidas muy importantes.
Estas son algunas de las ventajas de las camas articuladas:
- Previenen problemas cervicales y de espalda y mejoran notablemente la circulación sanguínea en las piernas y otras articulaciones del cuerpo.
- Posibilitan un mayor número de movimientos y posiciones sin que el cuerpo tenga apenas que moverse.
- Las hay con motores eléctricos, que son de fácil uso, permitiendo mediante mandos a distancia, poderse manejar por la propia persona que está acostada. Esto aumenta la independencia y autonomía de la persona que la está usando.
- Permiten regular la inclinación del cuerpo, la cabeza y las piernas, aportando un máximo confort.
- En personas enfermas o con necesidad de estar en cama durante largos periodos de tiempo, facilitan al máximo las labores de higiene y alimentación. Además, el poder cambiar de postura, aporta comodidad.
- Ayudan a mejorar patologías como reflujo gástrico y otras que se mejoran automáticamente durmiendo algo más incorporado.
- Si la cama dispone de somier elevable, se facilita el poder hacer la cama sin tener que doblar la espalda.
- Una de las ventajas que más popularidad les ha dado a las camas articuladas entre todo tipo de personas, ha sido precisamente que permitan realizar actividades tan habituales como leer, usar el ordenador, ver la tele, etc.
- En caso de dormir en pareja, las camas dobles (que aunque poseen dos somieres y dos colchones independientes están unidas y conforman una sola estructura de cama) aportan independencia y adaptabilidad para que cada uno duerma en la posición que le sea más cómoda o saludable, sin tener que influir para nada en el descanso de nuestra pareja.
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