Está demostrado que dormir y descansar es el método más natural que existe para mantener un buen estado de salud. Durante el periodo de sueño, nuestro cuerpo se recupera del desgaste físico y mental. Conseguir el colchón más cómodo y con mejor tecnología es garantía de un buen descanso. El sueño optimiza notablemente nuestra calidad de vida y reduce el tan temido proceso de envejecimiento celular.
Sin embargo, también se trata de una actividad expuesta a factores externos e internos, que afectan e influyen directamente en la calidad de nuestro descanso.
Algunos de estos elementos que afectan al sueño, son los siguientes:
- Los niveles de estrés con los que nos vamos a la cama, son uno de los principales enemigos de nuestro descanso. Debemos aprender a relajarnos para descansar bien y a no llevarnos los problemas a la cama. Apuntar todas las tareas pendientes de cara al día siguiente y olvidarnos de ellas, nos puede ayudar. Otra opción es no acostarnos hasta que no seamos capaces de «aparcar» todas esas cuestiones que nos rondan en la cabeza.
- Debemos procurar tener la mínima cantidad de luz, en el lugar destinado al descanso.
- No es recomendable realizar ejercicio físico justo antes de dormir, puesto que las hormonas que se liberan (como la adrenalina), tienen un efecto excitante.
- Hay que tener en cuenta que la digestión es más lenta durante el sueño, por lo que no debemos cenar abundantemente.
- La calidad de nuestro equipo de descanso, influye directamente en la calidad del mismo. La dureza del colchón, la firmeza de la almohada, el tipo de canapé y los materiales con que estén fabricados, son aspectos fundamentales para un sueño saludable y reparador.
- Otro de los grandes problemas para conciliar el sueño son los niveles de ruido. Aunque estemos dormidos, si las condiciones ambientales no son las idóneas, nuestro cuerpo no estará descansando y ruidos constantes pueden llegar incluso a alterar nuestro ritmo cardíaco.
- También es aconsejable observar, en la medida de lo posible, un horario de descanso más o menos fijo, ya que nuestro cuerpo se acostumbra y le resulta más fácil conciliar el sueño.
Deja una respuesta