Los veranos son para disfrutarlos, pero a veces el calor nos lo pone complicado, porque las altas temperaturas nocturnas inciden directamente en la calidad de nuestro sueño. Dormir mal es el preámbulo de un día complicado, porque el cansancio y la apatía harán mella en nuestra jornada. Ya que parece que las altas temperaturas estivales van en aumento también durante las noches, es momento de poner en el foco en algunos trucos para poder descansar mejor a pesar del mercurio ascendente.
Lo primero que podemos hacer es constatar que nuestra ropa de cama es la adecuada para ese escenario. Debemos chequear los materiales de los que está fabricados esos elementos ya que los tejidos naturales no retienen el calor, por contra de lo que sucede con los sintéticos. Debemos evitar que alrededor de nuestros sueños campen a sus anchas sábanas de poliéster o de microfibra, que nos van a regalar noches de sudor e insomnio, cambiándolas por textiles naturales como el algodón, la seda o el satén, que te van a ofrecer un plus de frescura.
El algodón es una de las mejores opciones en ropa de cama para el verano, ya que nos proporciona una gran transpiración que posibilita que el aire circule, al tiempo que evita que la piel se irrite o surjan reacciones alérgicas con el sudor. Por su parte, el satén (mezcla de seda, nailon y poliéster) también es idóneo para vestir nuestra cama en verano, ya que entre sus propiedades está ayudar a la pérdida del calor corporal. , es perfecto para el verano porque se siente muy fresco al tacto. Su mayor virtud es que favorece la circulación del aire por lo que ayuda a la pérdida de calor corporal. De igual modo se comporta la seda, con destacadas propiedades hipo alergénicas y una alta capacidad para repeler humedad y polvo. Un material poco conocido es el bambú, ligero y altamente transpirable gracias a su confección con hilos muy finos.
Cuanto más finos y menos hilos más fresco se está en la cama. Por eso, podemos asegurarnos en las etiquetas de que el número de hilos sea menor a 500. Una mayor transpirabilidad siempre está relacionada con ese número de hilos por lo que el equilibrio adecuado para su uso en verano podría fijarse alrededor de los 300 hilos, que proporcionan una gran suavidad en su contacto con el cuerpo y transmiten frescor.
Deja una respuesta