Las camas articuladas son artículos de ortopedia que cumplen varias funciones, entre ellas corregir posturas, aliviar dolores o hacer más cómoda la vida de personas encamadas y la labor de sus cuidadores. En atención a la funcionalidad se pueden escoger multitud de opciones que definen a la cama articulada y que vienen a dar un mayor servicio y comodidad a quien la usa.
El somier
Partimos de la base de la cama articulada, el somier. Aquí vamos a encontrar diferentes medidas, estructuras y materiales de construcción.
Si nos fijamos en la medida del somier referente al ancho las camas articuladas suelen ser de 90 centímetros, aunque también hay somieres de 80, 105 o 135 y medidas adicionales. Si la cama va a ser utilizada por dos personas, es decir, es una “cama articulada de matrimonio”, es preferible optar por utilizar dos camas articuladas en vez de una, pues a la larga es más económico y permite adaptarse mejor a las características de cada persona, además de facilitar la labor de los cuidadores.
El largo estándar del somier es de 190 centímetros, aunque hay medidas diferentes para casos especiales.
Otro aspecto a tener en cuenta a la hora de elegir la cama articulada es el peso de la persona. Como criterio común una cama estándar soporta 140 kilos, si bien hay camas reforzadas capaces de sostener hasta 350 kilos de peso. En esa cuestión tiene mucho que ver los materiales de construcción.
La estructura del somier es metálica, pudiendo optar por tres materiales en lo referente a las láminas: madera, acero o fenólico (PVC). Los dos últimos son más adecuados por su limpieza.
Tipos de camas articuladas ortopédicas
Las camas articuladas pueden cumplir meramente la función de ayudar a subir y bajar a la persona, para eso se utilizan sistema de elevación que hacen modificar la altura desde 80 a 20 centímetros del suelo, además de ayudar a los cuidadores y evitar que cojan pesos. A esto se suma los planos del somier, que puede ir desde un único plano (solo inclinación) hasta 5 planos, más aconsejados para personas encamadas que requieren de cambios posturales.
Accesorios
La cama articulada se puede completar con el clásico cabecero y pies, que no afectan a su funcionalidad sino a la estética. Se pueden adicionar barandillas laterales, porta goteros y asideros que ayudan a la persona a incorporarse y moverse en la cama. Lo importante es escoger una cama articulada a la que se le puedan añadir los diferentes elementos a medida que son necesarios.
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