Cuando un bebé llega a nuestra vida muchos son los temores que se ciernen sobre los padres. Uno de los más importantes y temibles es la muerte súbita en bebés y una de las circunstancias a vigilar es su sueño y, por tanto, su colchón y almohada.
Los datos nos hablan de que más de 3.000 bebés fallecen al año debido a la muerte súbita, aunque afortunadamente estas cifras disminuyen cada año gracias a la información y educación ofrecida a los padres. Esta preocupación ocupa mucho tiempo de los padres y es por ello que deben conocer consejos para evitarla.
Consejos para evitar la muerte súbita
- Almohada. Al igual que sucede con el colchón, la almohada es fundamental para el descanso del bebé y por ello hay que vigilar sus componentes y forma. La elección de la almohada es imprescindible para evitar la muerte súbita ya que en ésta descansará la cara de nuestro pequeño. Se recomienda que la almohada sea de dureza media, nunca demasiada blanda ya que podría hundirse la cara del bebé y producirse la asfixia. Si tiene dudas al respecto, no dude en consultar con los profesionales del sector que le aconsejarán cuál es la idónea para su bebé.
- Colchón. Los colchones blandos no son los adecuados para que el bebé duerma ya que podría hundirse y coger una mala postura que le impida respirar adecuadamente. Se recomienda usar colchones de firmeza media-dura para evitar este tipo de problemas.
- Es recomendable que en el lugar donde duerman los bebés no hayan peluches o muñecos durante sus horas de sueño ya que estos podrían entorpecer la respiración o, incluso, taponar las vías respiratorias si el bebé se moviera y tuviera la mala suerte de topar con uno en la zona de la cara. Se recomienda que se quiten todos estos peluches y muñecos a la hora de dormir. Además, hay que tener en cuenta que a edades tan tempranas aún se desconocen algunas alergias como pudiera ser el asma, por lo que es imprescindible evitar riesgos innecesarios.
- El exceso de ropa puede provocar también una subida de temperatura en el bebé e incluso taponar las vías respiratorias durante sus movimientos. Lo ideal es vigilar bien la temperatura de la habitación y vestir adecuadamente al bebé para que descanse sin problemas de frío o calor.
- Sueño. Se recomienda que los pequeños no duerman boca abajo, ya que pueden asfixiarse, ni boca arriba (pueden asfixiarse con su propio vómito). La postura ideal para que el bebé descanse es la fetal, lateral.
Es importante también que el bebé no esté expuesto a humos de tabaco y contaminación constantemente, así como a temperaturas muy elevadas a la hora de dormir.
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