En la actualidad, hay una gran variedad de materiales empleados en colchonería, por lo que se puede disponer de diversos tipos de colchones en el mercado. La diferencia entre unos y otros radica, básicamente, en el tipo de soporte del colchón. En las siguientes líneas, desvelaremos las ventajas y desventajas de las distintos tipos de colchones.
De muelles
Son ampliamente conocidos por los consumidores, y se pueden encontrar en un gran número de comercios y tiendas especializadas. Existe una amplia gama de modelos económicos que varían en cuanto a su firmeza, por tanto, son adaptables a cada necesidad.
El principal inconveniente es que tienen un promedio de durabilidad más limitado que otros tipos de colchones. Además, en el caso de que se comparta con otra persona, no son particularmente eficientes en el aislamiento del movimiento, por lo que puede repercutir negativamente a la hora de lograr el mejor descanso.
Viscoelásticos
Ofrecen un buen nivel de satisfacción al consumidor, y son recomendables para las personas que sufren molestias en la espalda. Aíslan eficientemente el movimiento, por lo que resultan eficaces para las parejas que comparten cama. Al haber numerosas marcas y modelos, existe una gran competencia, lo que hace que se puedan adquirir a un buen precio. Además, no producen ningún ruido, promoviendo el buen descanso.
Entre las desventajas, podemos señalar el olor que desprenden algunos modelos de calidad, el cual puede ser un poco molesto, puesto que liberan una especie de gas. Asimismo, el material con el que están elaborados retiene de manera ostensible el calor, por tanto, no está especialmente indicado para las personas calurosas.
Hinchables
El soporte y la firmeza que ofrecen es graduable. Al poderse desinflar, pueden guardarse ocupando muy poco espacio. Son fácilmente manejables y ofrecen una durabilidad media.
Se emplean de modo provisional, puesto que nos son particularmente confortables. Además, pueden proporcionar una superficie desigual cuando se comparte con otra persona, aún más cuando hay una diferencia de peso considerable.
De latex
También son indicados para las personas que sufren dolores de espalda. Son completamente silenciosos y aíslan perfectamente el movimiento, por lo que es una excelente opción para las camas de matrimonio. Además, se fabrican con materiales naturales y son productos respetuosos con el medio ambiente.
Suelen ser más caros que los demás tipos y, además, retienen el calor, por lo que no son del todo recomendables para zonas donde se alcanzan temperaturas muy elevadas. Cuando son nuevos pueden desprender un olor un poco fuerte, aunque el olor desaparece en cuestión de semanas.
De agua
Permiten que se pueda controlar la temperatura y se adaptan muy bien al contorno del cuerpo. Con un buen mantenimiento pueden ofrecer una gran durabilidad. Se pueden encontrar a muy buenos precios, y no retienen los ácaros, una gran ventaja para las personas que sufren alergia.
El inconveniente principal es que se pueden perforar fácilmente. El montaje pude resultar complicado y necesitan un mantenimiento constante.
De espuma
Son muy económicos y existe una gran variedad de modelos. Los sofás cama emplean usualmente este tipo.
No suelen durar mucho tiempo en comparación con los demás tipos de colchón, y para algunas personas pueden resultar demasiado firmes. Nuevos suelen desprender un olor un poco desagradable, pero va desapareciendo a los pocos días.
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